Tipos de Dolores de Espalda

Para la mayoría de la gente, entender cómo y por qué le duele la espalda es un aspecto clave para encontrar una solución que les funcione. 

En este artículo aprenderás cómo ciertos estímulos se registran y se sienten como dolor, algo que debe saber cuándo su médico plantee posibles tratamientos.

Las Vías del Dolor

Cuando sentimos dolor, el cerebro está interpretando una señal procedente de otro lugar del cuerpo, que se ha transmitido a través de los nervios periféricos y la médula espinal desde un área del cuerpo que ha resultado dañada. Es importante tener en cuenta que el dolor no siempre indica una lesión nueva, sino que puede ser la respuesta a un problema que tuvo lugar hace algún tiempo. También puede manifestarse sin una causa física evidente, pudiendo ser el reflejo de ansiedad o miedo.

Los “mensajeros” que transportan las señales de dolor, son sustancias químicas denominadas “neurotransmisores”, que se producen en células nerviosas. Los neurotransmisores pasan el mensaje de célula a célula hasta el cerebro, que “traduce” la señal para que sintamos dolor.

Sin alivio del dolor

Después de una lesión u otro estímulo doloroso, la señal del dolor viaja a lo largo del nervio periférico y se trasmite por medio de la médula espinal al cerebro, donde se interpreta como dolor

Alivio del dolor en la médula espinal

Una estimulación nerviosa adicional, mediante mensaje o TENS (electroneuroestimulación transcutánea), puede bloquear la compuerta del dolor en la médula espinal.

Alivio del dolor en el cerebro

Las sustancias químicas que se liberan en el cerebro (endorfinas) como respuesta al miedo u otros estímulos que puedes cerrar la compuerta del dolor en el cerebro. Algunos analgésicos también actúan así.

Sobre las fibras nerviosas

Hay dos tipos de fibras nerviosas involucradas en la trasmisión del dolor: las fibras A y las fibras C.

Las fibras A están recubiertas por una capa de material graso denominado “Mielina”, que permite que los impulsos nerviosos viajen a través de ellas muy rápidamente. Son estas las fibras que transmiten las señales procedentes de una lesión, Como una herida, quemadura o desgarro de un músculo. Provocan un dolor agudo e intenso.

Las fibras C no presentan una vaina de mielina. Trasportan señales más lentamente que alertan sobre una enfermedad o lesión dentro del cuerpo, y producen sensaciones molestas y dolorosas.

La mayor parte del dolor de espalda se transmite a lo largo de las fibras C y puede interrumpirse mediante la estimulación de las fibras A cercanas (con un masaje, por ejemplo), lo que produce al menos un alivio temporal del dolor.

La compuerta: La “teoría de la compuerta de control del dolor” es una manera que tienen muchos científicos de explicar la transmisión de las señales de dolor. 

Se trata de un concepto clave en la gestión de este último ya que, al entender cómo se transmite, se puede aprender a interrumpir señales y de este modo aliviarlo.

He aquí cómo piensan los científicos que funciona: las señales nerviosas procedentes del lugar del dolor pasan a través de un número 

de cruces o “compuertas” en su camino al cerebro. La primera de ellas es donde los nervios periféricos se unen con la médula espinal. 

Si hay demasiadas señales tratando de atravesar la compuerta, se da prioridad a las señales que viajan a lo largo de lo que los médicos han denominado “fibras A”. (superior)

Estas últimas son como los carriles exclusivos para vehículos de emergencia en una autopista. y nadie se interpone en su camino. 

Sin embargo, una vez que las señales de la fibra A han pasado, se permite también la entrada a las señales de dolor cotidianas que viajan a lo largo de las fibras C (los carriles normales por los que viajamos en la autopista).

Las compuertas que se encuentran más adelante en el camino de trasmisión del dolor, hacia el cerebro y a través de él, funcionan de acuerdo con otro principio: pueden cerrarse por la acción de sustancias químicas del cerebro denominadas “endorfinas”. 

Estas, que pueden bloquear el dolor, se liberan como respuesta al miedo, la actividad física, la relajación y el sueño. Muchos analgésicos actúan imitando su acción en el cerebro.

Tipos de Dolores de Espalda ¿Agudo o Crónico?

Los médicos acostumbran dividir el dolor de espalda en dos amplias categorías: agudo y crónico.

El dolor de espalda que aparece de repente se califica como “Agudo”. puede variar mucho, de una molestia leve a un dolor severo que impide el movimiento y suele mejorar en unas seis semanas. 

Por lo general, está provocado por un esfuerzo o una lesión derivados de un suceso específico, como levantar una carga excepcionalmente pesada. 

Pero también puede ser consecuencia de un repentino empeoramiento de un problema de larga duración (crónico). 

El dolor de espalda crónico es persistente y prolongado (Generalmente dura más de seis semanas). Puede estar presente todo el tiempo, pero suele consistir en periodos recurrentes de dolor leve, moderado o intenso. 

Puede derivar de una amplia variedad de trastornos que provocan problemas de espalda, tales como varias formas de artritis, problemas posturales u ocupacionales, desviaciones de la columna y desequilibrios musculares.

Que el dolor sea agudo o crónico puede influir en la urgencia de las medidas que se debe adoptar.

¿Está todo en su cabeza?

Mucha gente considera que, a no ser que haya una causa físicamente verificable para el dolor, puede catalogarse como imaginario. 

Pero los especialistas del dolor reconocen que nuestro estado mental puede influir mucho en cómo lo experimentamos. Y dado que todo el dolor se interpreta en el cerebro, el derivado de causas psicológicas no es menos real o doloroso que el malestar ocasionado por una lesión física.

En la práctica, casi todo el dolor tiene un aspecto tanto físico como psicológico. Una pequeña punzada derivada de un esfuerzo de la espalda en una persona, en otra es una agonía insoportable, y cada una necesitará un tratamiento distinto.

Además, un examen inicial que no revele una causa física inmediata para el dolor de espalda no significa que no haya un problema físico. Puede suceder que se necesiten más pruebas diagnósticas y reconocimientos para descubrir la fuente del problema.

¿Dónde está el problema?

Dado que los nervios que inervan todas las áreas del cuerpo se originan en la médula espinal, una lesión o enfermedad en la columna puede contribuir al dolor, comprimiendo o inflamando un nervio periférico en su unión con la médula espinal, o la raíz de un nervio conforme sale de la médula espinal y recorre su camino entre las vértebras hacia la parte del cuerpo que inerva.

En todo caso, las lesiones o enfermedades de la columna pueden causar síntomas que el cerebro interpreta como procedentes de un área alimentada por ese nervio. 

Una lesión en una de las vértebras cervicales (cuello), por ejemplo, puede provocar un dolor que parece venir del brazo. o la comprensión de las vértebras lumbares (parte baja de la espalda) puede causar pinchazos a lo largo de la parte posterior de la pierna (ciática). 

Pero el dolor reflejo, como se le denomina, también puede causar dolor que proviene de otra parte del cuerpo, para que se “sienta” en el cerebro como si viniera de la espalda. 

FUENTES DE DOLOR REFLEJO

En la tabla bajo estas líneas se enumeran algunas causas comunes de dolor reflejo en la espalda.

El lenguaje del dolor

Estas son algunas explicaciones sencillas de los términos que puede escuchar decir a los médicos en relación con el dolor:

  • Analgesia: El alivio del dolor. Los medicamentos que suprimen el dolor se llaman a menudo “analgésicos”
  • Dolor central: Dolor que se origina a partir de un problema en el sistema nervioso central (cerebro y médula espinal).
  • Dolor neurógeno: Dolor que se origina en cualquier parte del sistema nervioso.
  • Neuritis: Inflamación de un nervio
  • Neuropatía: Enfermedad o alteración en el funcionamiento de un nervio.
  • Radiculopatía; Un nervio pinzado en la columna vertebral (por ejemplo, braquialgia y ciática)
  • Umbral del dolor: Grado de intensidad mínima de un estímulo que provoca sensación de dolor.

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